MOTIVACIÓN

Todos somos cíclicos

Este espacio viene de mi necesidad de sanar, de crecer, de evolucionar, de escuchar, de escuchar a otros, pero de escucharme, porque en ese momento en el que nacemos como madres, nos dejamos de escuchar para escuchar a una personita.

Viene de ese espacio en el que nos perdemos, nos quedamos inmóviles y atrapados, y nace en el momento en que decidimos reencontrarnos, cuando decidimos que ese espacio vacío lleno de amor, pero de tanta incertidumbre en el que nos encontramos, no es el lugar donde queremos estar, pero donde no tenemos tiempo de buscar y pedir ayuda.

Ahí mis audífonos se volvieron indispensables, mis mejores amigos compañeros y aliados, la batería de mi celular la cosa más escasa pero más necesaria del mundo. En ese espacio, entre una y otra cosa encontré a personas increíbles que siento, que, sin conocer, me han ayudado y apoyado desde una pantalla.

Todos somos cíclicos, pero nosotras mujeres mucho más, y hablo no sólo de nuestra capacidad de dar vida a otras personas, hablo de los ciclos que pasamos cada siete años, de los ciclos anímicos que nos ocurren de las subidas y las bajadas, de los momentos en los que estamos muy solas a pesar de estar dentro de una multitud, de esos momentos en los que sonríes con la boca, pero no con los ojos ni con el alma, y también hablo de los momentos en los que sonríes y te ríes con cada fibra de tu ser. Hablo de esos ciclos, de esas etapas y esos momentos, de cualquiera de ellos.

Este espacio es para mí, de mi para mí, pero como siento que me ha ayudado y apoyado sin querer, quiero compartirlo, son distintas cosas que he ido encontrando en el camino que capaz te puedan servir a ti.

Con que este espacio le sirva a una sola persona, me doy por pagada. Ojalá tú seas la persona.

¿Quieres que te avise cada vez que haya algo nuevo?

Suscríbete


¿Quieres compartir tu historia?

Háblanos de tu experiencia que aquí te leemos